Varios Relatos

Diversos relatos que llegan al alma, invitan a la reflexión, suben el ánimo y alegran el momento.

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miércoles, 6 de octubre de 2010

Pato o Aguila, tu decides


Rodrigo estaba haciendo fila para poder ir al aeropuerto. Cuando un taxista se acercó, lo primero que notó fue que el taxi estaba limpio y brillante. El chofer bien vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros muy bien planchados, el taxista salió del auto dio la vuelta y le abrió la puerta trasera del taxi. Le alcanzó un cartón plastificado y le dijo:
- Yo soy Willy, su chofer. Mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi Misión.

Después de sentarse, Rodrigo leyó la tarjeta: Misión de Willy: “Hacer llegar a mis clientes a su destino final de la manera mas rápida, segura y económica posible brindándole un ambiente amigable”. Rodrigo quedo impactado. Especialmente cuando se dio cuenta que el interior del taxi estaba igual que el exterior, ¡limpio sin una mancha!

Mientras se acomodaba detrás del volante Willy le dijo,
- ¿Le gustaría un café? Tengo unos termos con café regular y descafeinado.

Rodrigo bromeando le dijo:
- No, preferiría un refresco.

Willy sonrío y dijo:
- No hay problema tengo un hielera con refresco de Cola regular y dietética, agua y jugo de naranja.

Casi tartamudeando Rodrigo le dijo:
- Tomaré la Cola dietética.

Pasándole su bebida, Willy le dijo,
- Si desea usted algo para leer, tengo el Reforma, Esto, Novedades y Selecciones.

Al comenzar el viaje, Willy le pasó a Rodrigo otro cartón plastificado, “Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que tocan, si quiere escuchar la radio”.

Y como si esto no fuera demasiado, Willy le dijo que tenía el aire acondicionado prendido y preguntó si la temperatura estaba bien para él. Luego le avisó cual sería la mejor ruta a su destino a esta hora del día. También le hizo conocer que estaría contento de conversar con él o, si prefería lo dejaría solo en sus meditaciones.

- Dime Willy, -le preguntó asombrado Rodrigo- ¿siempre has atendido a tus clientes así?”

Willy sonrió a través del espejo retrovisor.
- No, no siempre. De hecho solamente los dos últimos dos años. Mis primeros cinco años manejando los gasté la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas. Un día escuché en la radio acerca del Dr. Dyer un “Gurú” del desarrollo personal. El acababa de escribir un libro llamado “Tú lo obtendrás cuando creas en ello”. Dyer decía que si tú te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás, muy rara vez no se te cumplirá. Él decía: Deja de quejarte. Sé diferente de tu competencia. No seas un pato. Sé un águila. Los patos sólo hacen ruido y se quejan, las águilas se elevan por encima del grupo”.

“Esto me llego aquí, en medio de los ojos”, dijo Willy. “Dyer estaba realmente hablando de mi. Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Mire alrededor a los otros taxis y sus chóferes… los taxis estaban sucios, los chóferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos. Entonces decidí hacer algunos cambios. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios”.

- Se nota que los cambios te han pagado -le dijo Rodrigo.
- Sí, seguro que sí -le dijo Willy. Mi primer año de águila dupliqué mis ingresos con respecto al año anterior. Este año posiblemente lo cuadruplique. Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reservación a través de mi celular o dejan mensajes en mi contestador. Si yo no puedo servirlos consigo un amigo taxista águila confiable para que haga el servicio”.

Willy era fenomenal. Estaba haciendo el servicio de una limusina en un taxi normal.
Posiblemente haya contado esta historia a mas de cincuenta taxistas, y solamente dos tomaron la idea y la desarrollaron. Cuando voy a sus ciudades, los llamo a ellos. El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les sugería. Willy el taxista, tomó una diferente alternativa: Él decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos y volar por encima del grupo como las águilas.

No importa si trabajas en una oficina, en mantenimiento, eres maestro, un servidor publico, político, ejecutivo, empleado o profesional, ¿cómo te comportas? ¿Te dedicas a hacer ruido y a quejarte? ¿Te estás elevando por encima de los otros?
Recuerda: ES TÚ DECISIÓN Y CADA VEZ TIENES MENOS TIEMPO PARA TOMARLA

martes, 5 de octubre de 2010

Ala y Jesus


En una reunión de ministros de diferentes denominaciones se concluyó que: La religión musulmana es la que más crece en los Estados Unidos, especialmente entre los grupos minoritarios.

El mes pasado asistí a la clase de entrenamiento requerido para mantener mi status de seguridad en el departamento de prisiones del Estado.

Durante la reunión hubo una presentación por tres disertantes, uno Católico, uno protestante y un Musulmán, quienes explicaron sus creencias.

Me interesaba sobre todo, lo que el Imán islámico diría. El Imán hizo una completa y gran presentación de las bases del Islam, incluyendo vídeos. Después de las presentaciones, se concedió tiempo para preguntas y respuestas.

Cuando llegó mi turno pregunté al Imán: “Por favor, y corríjame si me equivoco, pero entiendo que la mayoría de imanes y clérigos del Islam, han declarado la Yihad (guerra santa) contra los infieles del mundo. De modo que matando a un infiel, (que es una orden para todos los musulmanes) tienen asegurado un lugar en el cielo. Si así fuera el caso… ¿Puede usted darme una definición de infiel?”

Sin discutir mis palabras, contestó con seguridad: “Son los no creyentes”.

A lo cual contesté: “Permítame asegurarme que le entendí bien. A todos los seguidores de ALÁ, se les ha ordenado matar a todo el que no profese su fe para poder ir al cielo? ¿Correcto?”

La expresión de su cara cambió de cara de autoridad, a la de un muchacho hallado con la mano en la lata de galletas. Avergonzado, contestó: “Así es”.

Agregué: “Pues bien, señor, tengo un verdadero problema tratando de imaginar al Papa Benedicto ordenándole a todos los católicos matar a todos los Islámicos, o al Dr. Stanley ordenando a los protestantes hacer lo mismo, para ir al cielo”.

El Imán quedó mudo.

Continué: “También tengo otra pregunta, amigo, cuando usted y sus colegas les dicen a sus pupilos que me maten. A quien prefiere usted ¿a ALÁ, que ordena que me mate, para que UD. pueda ir al cielo, o a mi Jesús que me ordena amarlo a Ud. como a mi mismo, para que yo vaya al cielo y que desea que UD. me acompañe?”

Se podía oír la caída de un alfiler cuando el Imán avergonzado, inclinó su cabeza.

Debido al sistema de justicia liberal, y a la presión del ACLU (Organización Arabe Americana). Este diálogo no será publicado.

Rick Mathes
Capellán de Prisiones EE.UU.

sábado, 18 de septiembre de 2010

El desafio del trigo


Un día un viejo campesino fue a ver a Dios y le dijo:
- Mira, tú puedes ser muy Dios y puedes haber creado el mundo, pero hay una cosa
que tengo que decirte: No eres un campesino, no conoces ni siquiera el principio
de la agricultura. Tienes algo que aprender.

Dios dijo:
- ¿Cuál es tu consejo?

El granjero le respondió:
- Dame un año y déjame que las cosas se hagan como yo quiero y veamos que pasa. La pobreza no existirá más.

Dios aceptó y le concedió al campesino un año. Naturalmente éste pidió lo mejor y sólo lo mejor: ni tormentas, ni ventarrones, ni peligros para el grano. Todo confortable y cómodo y él era muy feliz. El trigo crecía altísimo.

Cuando quería sol, había sol; cuando quería lluvia, había tanta lluvia como
hiciera falta. Ese año todo fue perfecto, ¡Matemáticamente perfecto!.

El trigo crecía tan alto que el granjero fue a ver a Dios y le dijo:
- ¡Mira!, esta vez tendremos tanto grano que si la gente no trabaja en 10 años, aún así tendremos comida suficiente".

Pero hubo un problema. cuando se recogieron los granos todos estaban vacíos. El granjero se sorprendió y le preguntó a Dios:
- ¿Qué pasó?, ¿qué error hubo?

Ante tal inquietud Dios le respondió:
- Como no hubo desafío, no hubo conflicto, ni fricción, como tu evitaste todo lo que era malo, el trigo se volvió impotente. Un poco de lucha es imprescindible. Las tormentas, los truenos, los relámpagos, son necesarios, porque sacuden el alma dentro del trigo.

La noche es tan necesaria como el día y los días de tristeza son tan esenciales
como los días de felicidad. A ésto se le llama lucha y esfuerzo.

Entendiendo este secreto descubrirás cuán grande es la belleza de la vida,
cuánta riqueza llueve sobre ti en todo momento, dejando de sentirte miserable
porque las cosas no van de acuerdo con tus deseos.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Cuida lo que nunca te abandonara


Había una vez un rey que tenía cuatro esposas. Él amaba a su cuarta esposa más que a las demás y la adornaba con ricas vestiduras y la complacía con las delicadezas más finas. Sólo le daba lo mejor.

También amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos. Sin embargo, temía que algún día ella se fuera con otro.

También amaba a su segunda esposa. Ella era su confidente y siempre se mostraba bondadosa, considerada y paciente con él. Cada vez que el rey tenía un problema, confiaba en ella para ayudarle a salir de los tiempos difíciles.

La primera esposa del rey era muy leal y había hecho grandes contribuciones para mantener tanto la riqueza como el reino del monarca. Sin embargo, él no amaba a su primera esposa y aunque ella le amaba profundamente, apenas si él se fijaba en ella.

Un día, el rey enfermo y se dio cuenta de que le quedaba poco tiempo. Pensó acerca de su vida de lujo y caviló: Ahora tengo cuatro esposas conmigo pero, cuando muera, estaré solo.

Así que le preguntó a su cuarta esposa:

--Te he amado más que a las demás, te he dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado con esmero. Ahora que estoy muriendo, ¿Estarías dispuesta a seguirme?

--¡Ni pensarlo!, --Contestó la cuarta esposa y se alejó sin decir más palabras--

Su respuesta penetró en su corazón como un cuchillo filoso. El entristecido monarca le preguntó a su tercera esposa:

--Te he amado toda mi vida. Ahora que estoy muriendo, ¿Estarías dispuesta a seguirme?

--No. --Contestó su tercera esposa-- La vida es demasiado buena! Cuando mueras, pienso volverme a casar!

Su corazón experimentó una fuerte sacudida y se puso frío. Entonces preguntó a su segunda esposa:

--Siempre he venido a ti por ayuda y siempre has estado allí para mi. Cuando muera, estarías dispuesta a seguirme?

--Lo siento, no puedo ayudarte esta vez! --Contestó la segunda esposa-- Lo más que puedo hacer por ti es enterrarte.

Su respuesta afectoó al rey como un fuerte relámpago. Entonces escuchó una voz que le decía: --Me iré contigo y te seguiré doquiera tu vayas.

El rey dirigió la mirada en dirección de la voz y allí estaba su primera esposa. Se veía tan delgaducha, sufría de desnutrición. Profundamente afectado, el monarca dijo:

--Debí haberte atendido mejor cuando tuve la oportunidad de hacerlo!.


Reflexión

En realidad, todos tenemos cuatro esposas en nuestras vidas.

Nuestra cuarta esposa es nuestro cuerpo. No importa cuánto tiempo y esfuerzo se invierta en hacerlo lucir bien, nos dejará cuando muramos.

Nuestra tercera esposa son nuestras posesiones, condicion social y riqueza. Cuando muramos, otros las disfrutarán.

Nuestra segunda esposa es nuestra familia y amigos. No importa cuánto nos hayan sido de apoyo a nosotros aquí, lo más que podrán hacer es seguirnos hasta el sepulcro.

Y nuestra primera esposa es nuestra alma, frecuentemente ignorada en la búsqueda de la fortuna, el poder y los placeres del ego. Sin embargo, nuestra alma es la única que nos seguirá donde quiera que vayamos.

La Lección: Cultiva, fortalece y cuida tu alma. ¡ Ahora !

lunes, 16 de agosto de 2010

Sintomas que aparecen con la edad


Estos son los síntomas que aparecen con la edad y su correspondiente forma de tratarlos (el último es el más difícil de conseguir).


Síntomas provocados por necesidad de algunos alimentos: Vea que interesante, a partir de una cierta edad, tenemos casi todos estos síntomas, provocados por la falta de los alimentos aquí mencionados.

1. DIFICULTAD DE PERDER PESO
LO QUE ESTÁ FALTANDO: Ácidos grasos esenciales y vitamina A.
DONDE OBTENER: semillas de linaza, zanahoria y salmón - además de suplementos específicos.

2. RETENCIÓN DE LÍQUIDOS
LO QUE ESTÁ FALTANDO: en verdad es un desequilibrio entre potasio, fósforo y sodio.
DONDE OBTENER: agua de coco, aceituna, durazno, ciruela, higo, almendras, nueces, acelga, cilantro y los suplementos.

3. NECESIDAD DE DULCES
LO QUE ESTÁ FALTANDO: cromo.
DONDE OBTENER: cereales integrales, nueces, centeno, plátano, espinaca, zanahoria + suplementos.

4. CALAMBRE, DOLOR DE CABEZA
LO QUE ESTÁ FALTANDO: potasio y magnesio.
DONDE OBTENER: plátano, cebada, maíz, manga, durazno, acerola, naranja, tomate y agua.

5. MOLESTIA INTESTINAL, GASES, HINCHAZÓN ABDOMINAL
LO QUE ESTÁ FALTANDO: bacilos vivos.
DONDE OBTENER: cuajada, yogurt, yakult y similares.

6. MALA MEMORIA
LO QUE ESTÁ FALTANDO: acetil colina, inositol.
DONDE OBTENER: lecitina de soya, yema de huevo + suplementos.

7. HIPOTIROIDISMO (PROVOCA AUMENTO DE PESO SIN CAUSA APARENTE)
LO QUE ESTÁ FALTANDO: yodo.
DONDE OBTENER: algas marinas, zanahoria, aceite, pera, piña, peces de agua salada y sal marina.

8. CABELLOS QUEBRADIZOS Y UÑAS FRÁGILES
LO QUE ESTÁ FALTANDO: colágeno.
DONDE OBTENER: peces, huevos, carnes magras, gelatina + suplementos.

9. FLAQUEZA, INDISPOSICIÓN, MALESTAR
LO QUE ESTÁ FALTANDO: vitaminas A, C, y E y hierro.
DONDE OBTENER: verduras, frutas, carnes magras + suplementos.

10. DESÁNIMO, APATÍA, TRISTEZA, RABIA, INSATISFACCIÓN
LO QUE ESTÁ FALTANDO: DINERO..........
DONDE OBTENER: Si llegas a saber, te pido que me lo digas, no seas egoísta mira toda la información que te pase para que estés sanito...

Ver mas alla de las apariencias


Recientemente un granjero estaba caminando a través de su huerto cuando encontró una semilla negra. Se inclinó, la recogió, la examinó muy de cerca y después la descartó.

Él hizo esto cientos de veces en el pasado y pensó que era solamente una semilla ordinaria que se había caído de alguna de sus manzanas en su huerto.

Sin embargo, debido al color de esta semilla en particular, su curiosidad se hizo muy grande, y nuevamente recogió la semilla.

Esta vez plantó la semilla, en un área fértil, y durante años la cuidó mucho dándole agua, podándola, fertilizándola y se aseguró que el terreno alrededor no tuviera mala hierba. Después de varios años, el árbol comenzó a dar manzanas de contrastantes rojos y verdes, muy jugosos y sabrosos.

Trató de averiguar qué tipo de manzanas eran y mandó muestras a la Universidad de Harvard. Ellos las examinaron y le dijeron que era un nuevo tipo de manzana.

El granjero actualmente comercia esta nueva manzana, que lleva su nombre, con mucho éxito. Esta historia enseña una gran lección. El granjero vio más allá de la apariencia ordinaria de la semilla. Puso esfuerzo en ella antes de recibir su recompensa.

domingo, 15 de agosto de 2010

Dios siempre llega para salvarnos


Todos los Domingos por la tarde, después del servicio mañanero en la Iglesia, el Pastor y su hijo de 11 años iban al pueblo a repartir volantes a cada persona que veían. Este Domingo en particular, cuando llegó la hora de ir al pueblo a repartir los volantes, el tiempo estaba muy frío y comenzó a lloviznar.

El niño se puso su ropa para el frío y le dijo a su padre:
- Papá, estoy listo.
Su papá, el Pastor, le dijo:
- ¿Listo para qué?
- Papá, es hora de ir afuera y repartir nuestros volantes.
El papá respondió:
- Hijo, está muy frío afuera y está lloviznando.
El niño miró sorprendido a su padre y le dijo:
- Pero Papá, la gente necesita saber de Dios aún en los días lluviosos.
El Papá contestó:
- Hijo yo no voy a ir afuera con este tiempo.
Con desespero, el niño dijo:
- Papá, ¿puedo ir yo solo, por favor?
Su padre titubeó por un momento y luego dijo:
- Hijo, tú puedes ir. Aquí tienes los volantes, ten cuidado.
- ¡Gracias papá!

Y con esto, el hijo se fue debajo de la lluvia. El niño de 11 años caminó todas las calles del pueblo, repartiendo los volantes a las personas que veía.

Después de 2 horas caminando bajo la lluvia, con frío y su último volante, se detuvo en una esquina y miró a ver si veía a alguien a quien darle el volante, pero las calles estaban totalmente desiertas. Entonces él se viró hacia la primera casa que vio, caminó hasta la puerta del frente, tocó el timbre varias veces y esperó, pero nadie salió.

Finalmente el niño se volteó para irse, pero algo lo detuvo. El niño se volteó nuevamente hacia la puerta y comenzó a tocar el timbre y a golpear la puerta fuertemente con los nudillos. Él seguía esperando, algo lo aguantaba ahí frente a la puerta. Tocó nuevamente el timbre y esta vez la puerta se abrió suavemente.

Salió una señora con una mirada muy triste y suavemente le preguntó:
- ¿Qué puedo hacer por ti, hijo?
Con unos ojos radiantes y una sonrisa que le cortaba las palabras, el niño dijo:
- Señora, lo siento si la molesté, pero sólo quiero decirle que DIOS REALMENTE LA AMA y vine para darle mi último volante, que habla sobre DIOS y SU GRAN AMOR.
El niño le dio el volante y se fue. Ella solo dijo:
- GRACIAS, HIJO, y que DIOS te bendiga.

Bien, el siguiente domingo por la mañana el pastor estaba en el púlpito y cuando comenzó el servicio preguntó:
- ¿Alguien tiene un testimonio ó algo que quiera compartir?

Suavemente, en la fila de atrás de la iglesia, una señora mayor se puso de pie. Cuando empezó a hablar, una mirada radiante y gloriosa brotaba de sus ojos:

- Nadie en esta iglesia me conoce. Nunca había estado aquí, incluso todavía el domingo pasado no era Cristiana. Mi esposo murió hace un tiempo atrás dejándome totalmente sola en este mundo. El domingo pasado fue un dia particularmente frío y lluvioso, y también lo fue en mi corazón; ese día llegué al final del camino, ya que no tenía esperanza alguna ni ganas de vivir. Entonces tomé una silla y una soga y subí hasta el ático de mi casa. Amarré y aseguré bien un extremo de la soga a las vigas del techo; entonces me subí a la silla y puse el otro extremo de la soga alrededor de mi cuello. Parada en la silla, tan sola y con el corazón destrozado, estaba a punto de tirarme cuando de repente escuché el sonido fuerte del timbre de la puerta. Entonces pensé, 'esperaré un minuto y quien quiera que sea se irá'. Yo esperé y esperé, pero el timbre de la puerta cada vez era más insistente, y luego la persona comenzó a golpear la puerta con fuerza. Entonces me pregunté, '¿quién podrá ser? ¡Jamás nadie toca mi puerta ni vienen a verme! Solté la soga de mi cuello y fui hasta la puerta, mientras el timbre seguía sonando cada vez con mayor insistencia.

Cuando abrí la puerta no podía creer lo que veían mis ojos, frente a mi puerta estaba el más radiante y angelical niño que jamás había visto. Su sonrisa, ¡ohhh, nunca podré describirla! Las palabras que salieron de su boca hicieron que mi corazón, muerto hace tanto tiempo, volviera a la vida, cuando dijo con voz de querubín: 'Señora, sólo quiero decirle que DIOS realmente la ama.' Cuando el pequeño ángel desapareció entre el frío y la lluvia, cerré mi puerta y leí cada palabra del volante. Entonces fui al ático para quitar la silla y la soga. Ya no las necesitaría más. Como ven ahora soy una hija feliz del REY.

Como la dirección de la iglesia estaba en la parte de atrás del volante, yo vine personalmente decirle GRACIAS a ese pequeño ÁNGEL DE DIOS que llegó justo a tiempo y, de hecho, a rescatar mi vida de una eternidad en el infierno.

Todos lloraban en la iglesia. El Pastor bajó del pulpito hasta la primera banca del frente, donde estaba sentado el pequeño ángel; tomó a su hijo en sus brazos y
lloró incontrolablemente. Probablemente la iglesia no volvió a tener un momento más glorioso.