jueves, 22 de septiembre de 2011

Preciosos tesoros



Cuentan que una vez un hombre caminaba por la playa en una noche de luna llena. Pensaba de esta forma:
- Si tuviera un auto nuevo, sería feliz. Si tuviera una casa grande, sería feliz. Si tuviera un excelente trabajo, sería feliz.

En ese momento, tropezó con un bolsita llena de piedras y empezó a tirarlas una por una al mar cada vez que decía:
 - Sería feliz si tuviera…



Así lo hizo hasta que solamente quedaba una piedrita en la bolsa, la cual guardó. Al llegar a su casa se dio cuenta de que aquella piedrita era un diamante muy valioso.

Cuántos de nosotros pasamos arrojando nuestros preciosos tesoros por estar soñando con cosas lujosas. Cada uno de nuestros días es un diamante precioso, valioso e irremplazable. Depende de tí aprovecharlo o lanzarlo al mar del olvido para nunca más poder recuperarlo.

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